La soledad del monitor, formador, consultor o como lo queramos llamar es muy llamativa.
Cuántas y cuántas veces tenemos que navegar con la predisposición inicial -casi siempre reacia- de todos los que asisten a un curso, seminario o jornada.
Y, precisamente, ahí está la magia en darle la vuelta a la tortilla y hacer que los contenidos se vuelvan interesantes para los participantes..... y, por supuesto, para el que imparte....
Despertar la curiosidad y como dicen los cánones: asegúrese de terminar cuando aún despierta interés....
Como decía Rousseau: "Para hacer escuchar lo que decimos es menester ponernos en el lugar de aquellos a quienes nos dirigimos"..
Estamos en contacto.......
Entrevista a Pedro M. Vicente
Hace 6 años
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